lunes, diciembre 26, 2005

Primera Cruzada.

En el concilio de Clermont (1095) el Papa Urbano II proclamó, al grito de "Dios lo quiere" la denominada Primera Cruzada (1096-1099), predicando la unión de toda la cristiandad para la lucha contra los mahometanos y la liberación de Tierra Santa. Inmediatamente respondieron al llamamiento nutridas masas populares galvanizadas por la propaganda de Pedro el Ermitaño y otros entusiastas predicadores. También tomaron el distintivo de Cruzados (una cruz de tela cosida al vestido) numerosos caballeros y señores feudales (ningún soberano), movidos por sincero espíritu religioso y, en algunos casos, animados por la sed de aventuras, de conquista o de lucro. Bandas desorganizadas de gentes humildes, guiadas por Pedro el Ermitaño y Gualterio Sin Haber, se pusieron en marcha espontáneamente y atravesaron con grandes penalidades Europa central, pero fueron aniquilados por los turcos en Asia Menor. Siguieron los ejércitos regulares, presididos por el legado pontificio Ademaro de Monteil y compuesto de cuatro cuerpos principales: el de los loreneses, mandado por Godofredo de Bouillon y su hermano Balduino de Flandes; el de los normandos y caballeros de Francia septentrional, conducido por Roberto de Normandía, Esteban de Blois, Roberto de Flandes y Hugo de Vermandois; el de los franceses del Sur, provenzales y languedocianos, acaudillado por el conde Raimundo de Tolosa, y el de los normandos de Italia meridional, capitaneado por Bohemundo de Tarento y su sobrino Tancredo. Concentrados en Constantinopla (1097) y de acuerdo con el emperador bizantino Alejo Comneno, a quien debieron prestar fidelidad, pasaron Asia Menor, ocuparon Nicea, vencieron a los turcos en Dorilea y rindieron Antioquía (1098). A pesar de las deserciones y las discordias entre sus dirigentes, los cruzados llegaron ante Jerusalén, que pocos meses antes había pasado del dominio turco al de las tropas egipcias del califato fatimí. Tras durísimos combates, la ciudad fue tomada por asalto (15 de julio de 1099), cumpliéndose así el objetivo inmediato de la expedición. Se organizó enseguida el reino de Jerusalén, del cual se hizo cargo Godofredo de Bouillon con el modesto título de protector del Santo Sepulcro.

domingo, julio 10, 2005

Urbano II.

Papa entre los años 1088 a 1099, que proclamó la Primera Cruzada y reclamó la dirección del cristianismo occidental. Odo de Lagery nació en Francia, estudió en Reims e ingresó en el monasterio benedictino de Cluny, del que fue prior desde 1073. En 1079-1080 el papa Gregorio VII le nombró obispo cardenal de Ostia y de 1084 a 1085 fue delegado del pontífice en Alemania. Elegido para suceder a Gregorio, se convirtió en el primer papa cluniacense.
Durante los primeros seis años de su pontificado no pudo entrar en Roma a causa de la presencia del antipapa Clemente III, impuesto por Enrique IV, el emperador del Sacro Imperio. Mientras tanto, Urbano II siguió oponiéndose a Enrique IV, al igual que su antecesor, en la Querella de las Investiduras. Excomulgó a Felipe I, rey de Francia, por repudiar a su esposa y apoyó a san Anselmo de Canterbury contra el rey Guillermo II de Inglaterra. Renovó e impulsó la política reformista de Gregorio VII con mayor flexibilidad y diplomacia, e introdujo cambios en la curia pontificia.
En sus relaciones con el Imperio bizantino buscó superar el cisma entre los cristianos orientales y occidentales y promovió en Europa occidental la defensa de la cristiandad oriental frente a los turcos selyúcidas. En 1095 durante el Concilio de Clermont pronunció un sermón conminando a la Primera Cruzada que decía mas o menos así:
“¡Reuníos sin tardanza; que los guerreros solucionen sus divergencias y hagan lo necesario para proveer sus gastos; al terminar el invierno y llegar la primavera, disponeos con alegría a emprender la marcha a las órdenes del Señor!”
Su discurso de Urbano II tuvo efectos inmediatos. Primero Clermont y después toda la Europa Feudal ostentó al hombro la cruz de tela roja, en señal de alistamiento. Así se emprendió la Primera Cruzada. Urbano II fue beatificado en el año 1881.

jueves, julio 07, 2005

LAS CRUZADAS.

Constituye la mayor contraofensiva de la cristiandad occidental frente al Islam y la canalización, hacia sugestivas empresas exteriores, de la potencia bélica acumulada por la sociedad feudal europea desde las últimas invasiones bárbaras. Las Cruzadas fueron precedidas por acciones parciales contra los musulmanes en el Oriente cristiano, en España y en Sicilia; pero la idea de una acción solidaria de todos los países cristianos contra su común enemigo religioso, el Islam, se debe al Papa Gregorio VII y fue llevada a la práctica por Urbano II.

sábado, julio 02, 2005

Querella de las Investiduras.

Uno de los grandes problemas de la época medieval, fue la lucha de los monarcas por influir y mandar sobre la Iglesia y los Pontífices. El Cesaropapismo es una expresión que busca explicar esta realidad. Durante el gobierno de Oton I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germano, los emperadores llegaron a establecer una gran tutela sobre la Iglesia. Esta lucha por determinar quien debía investir a los sacerdotes con la calidad de tales, se definió en la llamada: "Querella de las Investiduras". Esta querella consistió en la pelea de la Iglesia en contra del Poder Civil por la Investidura Laica.
A principios del siglo XI graves problemas afectaban a la Iglesia. Los obispos y arzobispos que vivían como verdaderos señores feudales se habían olvidado de sus funciones religiosas.
Los reyes y señores laicos intervenían en la elección de obispos e incluso del Papa, para que éstos fueran de su confianza en los feudos imperiales. Los obispos que ambicionaban tener un feudo, muchas veces compraban sus cargos pagando con la venta de sacramentos.
El Papa Nicolás II el año 1059, estableció que los Papas serían elegidos sólo por el colegio de cardenales y no por el Papa. El primer Pontífice elegido por los cardenales fue el monje cluniacense, Hildebrando, quien adoptó el nombre de Papa Gregorio VII.
Gregorio VII mediante el Dictatus Papae, estableció que la autoridad de la Iglesia no se encontraba sujeta a la de los emperadores. Los obispos no podrían se más investidos por los señores, ni monarcas.
Enrique IV, Emperador del Sacro Imperio Romano Germano, al no estar de acuerdo con esta disposición papal, pretendió deponer al pontífice. Gregorio VII le respondió excomulgándolo y desligando a los príncipes de Alemania de la fidelidad del Emperador.
Enrique IV, debió pedir perdón al Papa en Canossa. Después de pasar tres días descalzo sobre la nieve, el Papa lo recibió y perdonó.
De vuelta en Alemania, Enrique IV, olvida lo prometido y marcha hacia Roma. El Papa debe huir y muere en Salerno. La querella de las investiduras, como se llamó a este conflicto entre la Iglesia y el Imperio, se solucionó en parte, mediante el concordato de Worms (1122). En él se establecía que los sacerdotes y obispos serían investidos por miembros de la Iglesia, los que luego prestarían el juramento feudal de homenaje frente al Emperador.

sábado, junio 25, 2005

Los Conventos.

Los conventos eran grandes conglomerados de edificios donde se desarrollaba la vida de los monjes. Constaban con todos los elementos necesarios para realizar la vida común. Un lugar preponderante del convento era ocupado por la biblioteca, donde se copiaban los libros a mano. Esos conventos eran importantes centros culturales.

lunes, junio 20, 2005

Las Órdenes Mendicantes: San Francisco y Santo Domingo.

Estas órdenes nacieron durante los siglos XII y XIII, como una reacción a las herejías y a las desigualdades sociales existentes. La sociedad había experimentado significativos cambios, con lo que estos conventos fueron fundados en las ciudades y no alejados de la sociedad como los que vimos anteriormente.
La Orden de los Dominicos fue fundada en 1216, por el español Santo Domingo de Guzmán. Esta Orden dedicó su vida a la enseñanza en universidades y a la predicción de la fe.
San Francisco (1182-1226), fundó la Orden de los franciscanos en Asís, Italia. Esta Orden se dedicó a recorrer calles, pueblos y ciudades, pobremente vestidos, enseñando la palabra de Jesús. Vivían de la caridad y predicaban con el ejemplo.

viernes, junio 10, 2005

La Orden de Cluny.

Siglos después se fundó el monasterio de Cluny en Francia (siglo X). Esta Orden nació como una reacción a la difícil situación que estaba enfrentando la Iglesia Católica. La raíz de los males estaba en la feudalización que había experimentado la Iglesia.
Muchos clérigos eran señores feudales entregados a una vida llena de lujos y ambiciones. La mayor parte de los sacerdotes no tenían vocación, se ordenaban sólo para poder acceder al poder y a las riquezas.
Volviendo a la regla de San Benito, los monjes de Cluny comenzaron rápidamente a ejercer una gran influencia moral en la vida de la Iglesia. Al principio estos cambios se vieron sólo dentro de los conventos, pero cuando un monje cluniacense llamado hildebrando, fue elegido como pontífice, esta influencia llegó a toda la Iglesia.